Al oeste de los railes

AL OESTE DE LOS RAÍLES

TIE XI QU

de Wang Bing

China, 2003, beta, 551', col., VOSF

Tie Xi es un enorme complejo industrial creado en tiempos de la ocupación japonesa, en 1934. Está situado en Shenyang, provincia de Dongbei, al noreste de China.

Como modelo de producción socialista, llegó a contar con un millón de obreros durante su apogeo en los años 80. Una vez reconvertido a la economía de mercado, va cayendo en desuso con el cambio de siglo.

Wang Bing rueda, entre diciembre de 1999 y abril de 2001, la lenta agonía de fábricas y trabajadores durante la caída final de un sistema obsoleto. El director sigue, en su día a día, el descenso al infierno de una clase trabajadora a la que se le prometió la gloria durante la Revolución china. Bing bucea en el seno de esta epopeya moderna y eleva a estos hombres y mujeres al rango de héroes, entre los más impactantes de la historia del cine.

Esta película —la primera rodada por Wang Bing, en DV y considerada en la actualidad como un logro mayor del cine— está rodada en tres partes: Rouille 1 et 2 (Gonq chan), 124'

y 119'; Vestiges (Yan fen jie), 178'; y Rails (Tie lu), 135'.

«Wang Bing rueda en À l’ouest des rails lo monumental —o, más bien, la disolución de lo monumental—, la degradación, casi visible, del patrimonio industrial de su país. La película muestra el lento avance de la ruina, explora los vestigios, a punto de desaparecer definitivamente, de una potencia industrial en decadencia total. Al final del recorrido, la duración se impone como una evidencia; son sin duda necesarias nueve horas para captar la velocidad de la rápida disolución de dicho patrimonio. Hay que grabarlo todo antes de que desaparezca, es como si el óxido progresara a mayor velocidad que las 24 imágenes por segundo. Paradójicamente, tanto tiempo es sobre todo indispensable para captar y fijar en el negativo el instante fugitivo, para expresar el imperceptible movimiento de la materia. La ficción cinematográfica tradicional se basa en la necesaria memoria de lo que antecede; al contrario, Wang Bing construye su obra en base al olvido, a la eliminación imperativa de la imagen anterior para poder transmitir la efímera sensación de ruina. Paradójicamente, la dilatación de la duración expresa a la perfección la desaparición. Una dialéctica singular que hace de À l'ouest des rails una obra única».

Dominique Païni, Le Cinéma, un art plastique (Yellow Now / Extractos, 2013).

Descanso de 15 minutos entre cada parte.