Aussi longtemps que possible

A principios de la década de 1990, Juha van Ingen produjo piezas que jugaban con las características del soporte VHS, basándose en el fenómeno de la degradación de las cintas con (Dis)integrator (1992), o formando parte de reflexiones más generales sobre la captación de la duración dentro de los time-based media con la instalación 1996 – una acumulación de cintas VHS que cubre un período total de grabación de un año, en su embalaje original. 

A finales de los años 90, realizó varias obras en línea que exploran el potencial del navegador de Internet como medio artístico, vinculando la historia de la modernidad y la teoría de los medios de comunicación. Dentro de este conjunto de obras, Web-Safe (1999-2000), recientemente adquirida por el Museo Nacional de Arte Moderno, es sin duda la pieza más radical. Alimentada por una mirada a la historia del cine monocromo y estructural americano, esta página web presenta una sucesión de sólidos digitales perfectos, que reproducen los 212 códigos de color hexadecimales que las primeras generaciones de navegadores de Internet podían reproducir con precisión. Esta obra contemplativa y puramente específica de su medio no propone imágenes leídas por un navegador, sino producidas por él, en una reflexión sobre la difusión de imágenes en línea, la estandarización de lo visible y los límites de los derechos de autor. 

Estas cuestiones estructurantes del net art, y luego de la escena post-internet, conviven en la obra de Juha van Ingen con una reflexión sobre la obsolescencia tecnológica, y sobre el carácter iterativo de los intentos de paliarla. Ya sea a través del archivo .gif de 1000 años de antigüedad Aussi longtemps que possible (Todo el tiempo posible, 2015-2017) o de obras que rozan la ciencia ficción que filma con un viejo teléfono móvil, Juha van Ingen confronta el pasado cercano con el futuro abismal en una forma de sublimidad tecnológica.