Paul Rosenberg, marchand de tableaux spolié pendant l’Occupation

Presentación de la exposición

Raphaël Denis despliega en la sala Focus su instalación Cofre n.°7, adquirida en 2019 por el Centre Pompidou. Esta obra, y las fuentes de la historia del arte que rigen su creación, nos hace replantearnos la noción misma de «colección» y vuelven la vista atrás sobre los aciagos años del colaboracionismo. Enmarcada en la nueva reorganización de las salas-dosier, la obra rinde también homenaje al marchante de arte Paul Rosenberg (1881-1959) y a su imprescindible papel en la escena de las galerías parisinas de la primera mitad del siglo XX.

Entre el 21 de abril y el 6 de mayo de 1941 tiene lugar en la localidad francesa de Libourne un minucioso inventario del contenido de una caja fuerte por orden del Devisenschutzkommando, el servicio alemán encargado del control bancario, con la colaboración de la Comisión General de Asuntos Judíos. François-Maurice Roganeau, director de la Escuela de Bellas Artes de Burdeos, hace inventario de las 162 obras de arte que contiene, procedentes de la colección del marchante Paul Rosenberg. La apertura de los precintos tiene lugar en septiembre, a manos de la ERR (Einsatzstab Reichsleiter [Alfred] Rosenberg, el organismo nazi encargado del expolio de bienes culturales pertenecientes a judíos o francmasones). Las 162 obras vuelven a París, al Jeu de Paume, centro donde tiene lugar la clasificación y dispersión de las obras de arte confiscadas.

Son estos hechos, estos lugares, esta materia y estos actores, y por tanto sus fuentes documentales, los que constituyen la materia de la instalación de Raphaël Denis, Cofre n.°7, nueva secuencia de su serie «La ley normal de los errores». Al interesarse por colecciones circunstanciales fruto de la historia, Denis extiende un espejo a cualquier colección: ¿por qué y cómo se ha formado? ¿Qué constituye una colección? ¿La intención, el proyecto inicial de reunir objetos o la suma de sus singularidades intrínsecas? El trabajo que desarrolla Denis en sus instalaciones, mediante y gracias a su trabajo de investigación en los archivos, replantea el concepto de formación de una colección para mostrar sus defectos y reveses.

Esta práctica de la investigación, como base y previa a la instalación, condujo a Denis a establecer el «inventario Roganeau» como base reveladora de una colección comercial: el catálogo de obras del marchante de arte Paul Rosenberg. El contenido de la caja fuerte se revela entonces como el síntoma más significativo del catálogo del marchante. Encontramos obras en las que la «colección» condensa toda la historia artística de su galería de la calle La Boétie y que Roganeau estructura como en un manual. Las obras aparecen ordenadas por artista, desde los más antiguos (Ingres, luego Delacroix, Corot, etc., cuyos nombres vienen seguidos de sus fechas de nacimiento y defunción) hasta los más «contemporáneos»: Matisse, Léger, Braque y Picasso. Aparecen indicadas las dimensiones y la técnica de cada obra y se describe brevemente su temática. Asimismo, Roganeau realiza una estimación de su valor y una datación.

La parte más espectacular de Cofre n.°7 la constituye la alineación de 162 embalajes; en su contraplano hay un fascículo que forma parte de la obra: en él se describe cada una de las piezas de la caja fuerte. Completa sistemáticamente cada ficha una reproducción fotográfica de la obra expoliada.

Paralelamente a Cofre n.°7, el otro elemento estructurador de la sala Focus sobre la figura de Paul Rosenberg es la práctica de la reproducción fotográfica del arte. Y es que la Biblioteca Kandinsky conserva un «superviviente» de las expoliaciones de las que fue víctima el marchante: una parte del corpus de 4500 placas fotográficas de vidrio de todas las obras de arte que figuraban en el catálogo de la galería. Las obras aparecen aquí reunidas por primera vez, en lo que constituye un suculento «botín», a partil del cual puede desplegarse la historia de la galería. Al igual que la mayoría de los marchantes de su generación, Paul Rosenberg había hecho fotografiar todas sus obras.

La historia nunca antes contada de estas placas permite arrojar luz no solo sobre lo que aconteció en la galería del número 21 de la calle La Boétie durante la Ocupación, sino también sobre la estrategia comercial de Paul Rosenberg, comprador de obras (la colección Fayet) durante los 40 primeros años del siglo XX, su trato muy diferenciado con «sus» artistas, y en particular Picasso, y los distintos procedimientos a los que habrían recurrido los servicios alemanes y franceses para despojarlo de su colección.

Didier Schulmann, conservador, Biblioteca Kandinsky, Centre Pompidou, comisario de la exposición

In Code couleur n°34, mayo-agosto 2019, p. 30-31