Exposición
La Mente che mente (L’esprit qui ment)
Une installation de Pippo Delbono
5 oct - 5 nov 2018

El evento ha terminado


Pippo Delbono présente La Mente che mente (L’esprit qui ment), une installation inédite, créée exclusivement pour le Centre Pompidou, après l’exposition Ma Mère et les autres, à La Maison rouge, en 2014. Elle retraverse l’ensemble de son travail, au rythme de souvenirs et de rencontres.
L’artiste italien écrit dans son dernier livre, Le Don de soi, « Ce qui me fait le plus souffrir, à présent, c’est la difficulté d’être dans la vie observateur de ma propre pensée. Je me bats contre ce « mental qui ment ». C’est un dur labeur. Le plus difficile de ma vie. Plus difficile que tous les combats que j’ai remportés, contre la maladie, les yeux, les pertes. Il faut bien plus de forces pour guerroyer avec soi-même que pour guerroyer contre les démons extérieurs. ».
Cette installation, qui évoque la figure du labyrinthe, est une invitation au cheminement, une immersion dans la création expérimentale, un parcours émotionnel pour le visiteur, invité à traverser le doute, la souffrance, avant de ressentir la joie.
Constituée de films inédits, de bandes-son, d’enregistrements originaux et d’archives personnelles de Pippo Delbono, de textes écrits ou extraits de déclarations, de spectacles, d’interviews, de photos et d’images diverses, les éléments de l’exposition traceront un portrait singulier de l’artiste.
Vernissage le 5 octobre à partir de 18h30, en présence de l'artiste
Entrevista con el director de cine
Usted es reconocido a nivel mundial como director de teatro. ¿Qué aporta el cine a su trabajo?
Pippo Delbono - El cine me permite buscar lo que no veo de otra manera, descubrir los detalles, las cosas que se nos escapan. Me permite a menudo captar el alma de la gente acercándome a sus ojos, mirar los paisajes, cambiar los colores, permanecer en un tiempo sin tiempo, en un espacio aparte. El cine me permite mirar más allá de mí mismo, de concentrarme en el otro.
Presenta La Mente che mente en el Forum -1, una instalación inédita, ¿de qué manera completa su trabajo?
PD - Lo que cuenta para mí hoy en día es la experiencia colectiva con el público. Por eso le invito descubrir el recorrido laberíntico que he creado y que simboliza «la mente», donde se encuentran los recuerdos, los miedos, las obsesiones, la dulzura, el amor, el odio. Los opuestos conviven en nuestras mentes, lo bello y lo feo, lo bueno y lo malo, la luz y la oscuridad, la carrera, la impaciencia, el odio, el amor. Miles de pensamientos pasan continuamente por nuestra cabeza sin poder detenerlos. Pienso con el cerebro, con la reflexión, con el análisis, con la intuición, con los sentimientos, pero también pienso con los ojos, las orejas, el tacto, el cuerpo, los pies, las manos, pienso cuando me escucho a mí mismo, cuando escucho a los demás, pienso con el amor. En momentos de la vida de ansiedad, de fragilidad, resulta más difícil organizar nuestros miles de pensamientos, se parecen a la música de Stockhausen o de Zappa, al violín de Paganini donde las notas se persiguen, se solapan. Este recorrido inspirado en un laberinto pretende que el visitante viva una experiencia sensorial y auditiva. Un viaje musical al interior del espíritu, que le guíe por fin a una paz «intranquila», una paz donde conviven la guerra y el amor.
Está rodeado de una compañía, algunos de los miembros le acompañan en el Centre Pompidou, ¿nos puede hablar de ellos?
PD - Todos los actores de la compañía forman parte integrante de mi viaje. Bobò en particular ha sido el protagonista de todos mis espectáculos, óperas, películas e incluso algunos conciertos. Vivió durante cuarenta y cinco años en un asilo psiquiátrico, es sordomudo, analfabeto. Nelson viene de la calle, nos conocimos en un seminario para los sin techo. Gianluca, que era alumno de mi madre, vino a trabajar conmigo, tiene los signos de una belleza extraordinaria, dictada por el hecho de que la felicidad y el dolor coexisten constantemente en él. Todos se han escapado de alguna parte: Pepe, de la dictadura de su país; Mario, de su carrera de psicólogo; Ilaria se escapó de una escuela de teatro; Simone, de un pueblecito del Piamonte. Todos han huido de algo que les mantenía un poco aprisionados, y esta compañía se ha convertido para ellos, o al menos eso espero, en el lugar de expresión de un deseo de libertad.
Source :
in Code Couleur n°32, septiembre-diciembre 2018, pp. 56-57
Dónde
Forum -1
Quando
5 oct - 5 nov 2018
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