Daniel Dewar y Grégory Gicquel

Jean-Pierre Bordaz, conservador, Musée National d'Art Moderne, comisario de la exposición y Dorothée Dupuis, comisaria asociada
Por Stéphanie Hussonnois-Bouhayati

Los ganadores del Premio Marcel Duchamp 2012 —Daniel Dewar y Grégory Gicquel— se adueñan del Espace 315 del Centro Pompidou. Daniel Dewar y Grégory Gicquel hallan inspiración en la propia materia de sus obras —en el espacio-tiempo del procedimiento y el método— y provocan el choque forzoso e inédito de temas y materiales. Por aquí una alfombra monumental anudada a mano, por allí conjuntos de piezas de puzolana, una piedra volcánica que ambos artistas someten al calor para obtener variaciones de estado, forma y textura. Una vez más, el proceso de creación de la obra ocupa un lugar tan importante en su trabajo como la obra en sí.
Entrevista.

¿Cómo y por qué inscribís en la obra el tiempo de realización, de fabricación?
Dewar y Gicquel - Simplemente porque, cuando empezamos a esculpir, esta era la manera más evidente de trabajar, no podíamos pagar a otras personas para que hicieran las cosas en nuestro lugar. Con el tiempo, entendimos que este método nos daba cierta autonomía y nos dejaba mucho margen para improvisar. El tiempo de realización abre un campo de posibilidades y podemos cambiar de opinión a medida que aparece la obra, con una intención contraproducente. Además, el tiempo de la realización es también un tiempo para la performance y para el vínculo físico con el material. Estas cosas se ven en la obra, su construcción encierra numerosas decisiones y contradicciones, y su factura es testigo de ello por la huella que dejan nuestros gestos.

Utilizáis paradojas: cruzáis la repetición de los gestos y del método con la experimentación, elaboráis el motivo de un tapiz de fabricación «épica» con imágenes banales de la web.
D y G - Nos interesa la belleza que pueden producir estos encuentros. Las imágenes que tejemos provienen de la cultura. Pueden parecer ordinarias, pero encierran una energía potencial en estado latente. El tejido, la lana y sus colores encarnan imágenes que se transforman en objetos materiales, esculturas que revelan la belleza oculta de una cosa tan banal como una bata.

Se habla de la presencia y la importancia de la materia en vuestra obra al describirla. ¿Qué decís de vuestra presencia «en» la materia, como dos artesanos?
D y G - No hacemos artesanía sino escultura. Y la materia está por supuesto muy presente. A través de nuestros experimentos, buscamos lugares donde las cualidades plásticas de una forma resultan originales gracias a la manera en que se producen. Creo que damos importancia a la materia simplemente porque estamos rodeados a diario de objetos y cosas que tenemos que soportar el resto de nuestros días.